Desde que estamos en el útero materno nuestro oído comienza a percibir estímulos. Es cuando salimos a la luz cuando empezamos a relacionar el significante (el sonido en si mismo) y el significado (el origen de ese sonido).
Desde la voz de nuestra madre o el característico ruido que hace el picaporte al ser accionado cuando alguien entra en nuestra habitación y estamos en la cuna, hasta los fonemas, pasando por una gran amplitud de sonidos familiares empiezan a tener sentido. (ruidos domésticos, ruidos de la calle, etc).
En el momento que empezamos a perder audición todos los sonidos que dejamos de percibir debido a dicha perdida dejan de ser oídos y por lo tanto, poco a poco, vamos perdiendo esos estímulos. Se cifra en un 7% el porcentaje de sonidos familiares que perdemos anualmente y de forma definitiva, incluidos fonemas. Por lo tanto es vital mantener dicho estimulo, independientemente de que nuestro oído siga degenerando. Definitivamente un paciente con una perdida similar a otro, pero estimulado constantemente desde el inicio de la perdida y adaptado desde un principio, mantiene una intelegibilidad y un reconocimiento de los sonidos de su entorno superior a un paciente no adaptado.
Esta es una de las principales razones de la mala imagen de los audífonos. Hace 15 años solo se adaptaban audífonos los pacientes con perdidas superiores a 80 dB. La solución en ese momento es muy complicada pues los audífonos debían de ir regulados a un volumen muy alto (Ganancia) y el entendimiento era mínimo. La consecuencia era un paciente con un audífono grande, que pitaba y ademas que no daba mas discriminación al paciente que la que tenía, muchas veces inferior al 50%.
Lo ideal es adaptar los audífonos con perdidas superiores a 40 dB, entre las frecuencias de 1000 hz y 3000 hz. En esos casos la discriminación ya se ve afectada y es clave para mantenerla el estimulo que aportan los audífonos, y la adaptación no es nada traumática para el paciente y el éxito es rotundo.
- En España, cada año, nacen alrededor de dos mil niños con problemas auditivos ( 5/1000).
- Uno de cada mil niños con deficiencia auditiva neurosensorial bilateral profunda.
- El 80% de las deficiencias auditivas infantiles están presentes en el momento del nacimiento.
- El 95% de los niños deficientes auditivos nacen en familias oyentes.
La detección, el diagnóstico y el tratamiento precoz de la deficiencia auditiva es esencial para el desarrollo del niño, en Fonalia lo sabemos y trabajamos con el objetivo de ayudar a estos niños y sus familiares. Las prótesis auditivas son en muchos casos la única solución y su correcta adaptación, decisiva para el desarrollo de las habilidades cognitivas, comunicativas y lingüísticas.
Fonalia cuenta con profesionales especializados en adaptaciones infantiles, nuestros audioprotesistas junto con la prescripción del otorrinolaringólogo adaptan el audífono que cada niño necesita. Consideramos primordial la rehabilitación logopédica, es por ello que muchos de nuestros centros cuentan con logopedas para poder ofrecer un buen tratamiento y conseguir la mejor calidad auditiva.
Todos los niños adaptados en Fonalia (en nuestros centros especializados) cuentan con 10 sesiones de rehabilitación logopédica gratuitas, además de la posibilidad de poder seguir el tratamiento en nuestros centros, así como las revisiones de los audífonos las cuales se realizarán cada 2 meses aproximadamente en función de cada paciente así como las pruebas que nuestros profesionales audioprotesistas consideren necesarias, además del asesoramiento continuo a pacientes y familiares.
Generalmente cuando adquirimos un producto, sea el que sea, no es necesario volver al establecimiento. Automóviles, ordenadores, electrodomésticos etc. son productos de una venta y como mucho podremos acudir de nuevo al establecimiento en caso de una rotura. En cambio no es así con los audífonos.
La perdida auditiva evoluciona de forma diferente en cada caso y es necesario revisar dicha evolución, con el fin de seguir readaptando los audífonos y obtener el mayor rendimiento de los mismos.
Un audífono no tiene valor ninguno sin la adaptación a medida a la perdida del paciente.
Un audífono no tiene valor ninguno sin la adaptación a medida a la perdida del paciente.
La profesión de audioprotesis esta regulada con el fin de garantizar la calidad de la adaptación final y un paciente sin audiometria ni conocimientos no podría obtener ningún beneficio de un audífono sin el ajuste a medida de su caso.
Los audífonos, en general, son invasivos. El oído externo es una zona muy sensible, con producción de cera y en algunos casos con supuracion, y el contacto con el audífono puede originar pequeñas heridas y una disminución de la ventilación. Por ello son fundamentales las revisiones periódicas y en cada centro Fonalia encontrara un programación de revisiones, incluidas en el precio final, que garantizaran el perfecto ajuste, físico y acústico.
Estas revisiones incluyen la revisión del audífono prestando atención a sus partes mas sensibles, lo que conllevará un alargamiento de su vida útil. Cuando elija un centro solicite su programa de revisiones que no deben de limitarse a la fase de adaptación.
